Ay Dios… ¿No se han puesto a pensar qué hacen ahí cuando alguien te bateó ya? ¿Por qué seguimos ahí, fregando a esa persona y todo? ¿Por qué el ser humano es así? Neta. No entiendo nada otra vez. Si alguien te dice que et quiere muchísimo y que lo último que quiere es lastimarte, ¿por qué lo hace de todas maneras? ¿Por qué es que te dice que te quiere y sin embargo se va con otra persona? Y aún peor, cuando la persona con la que se va esa persona que quieres se supone que era “amistad” tuya, pero sin embargo, hizo todo lo posible por bajarte a esa persona y lo logró, ¿por qué aún hay quienes seguimos hablándole a esa persona? Es más, ¿por qué seguimos hablándoles a los dos? ¿De verdad somos masoquistas? ¿O simplemente estúpidos?

Sé que había hablado de algo muy parecido hace algunos días, pero es que de verdad, como dicen mi hermano y mi mejor amigo: “Wey, ¿y qué haces ahí?” Y pues lo peor de todo, es que sí, exacto. ¿Qué haces ahí? Digo, aunque te han dado más de mil señales, no entiendes. Por que te dicen que te quieren, que no quieren perderte por que te quieren demasiado, etc, etc. Pero ahí estás… sufriendo de repente. Y digo “de repente” por que hay días y momentos en los que estás bien y así, pero pues no puedes evitar sentirte dañado y hasta traicionado en otras veces. Y para colmo, están esas veces en que tú sabes que la persona a quien quieres es solo un juego de la otra persona por que no sabes por qué te odia, o no sabes que pasa en realidad, pero te enteras por sus acciones y por veinte personas más que la persona que te “bajó” a ESA persona en realidad solo lo hizo por molestarte a ti. Y juega tan bien las cartas falsas que hasta le llora y le hace pensar que es su mundo entero y en realidad está teniendo sexo con más personas mientras anda con “tu” persona… Tienes hasta pruebas (y no solo tú, varias personas más también las tienen) de que le están cuerneando y demás, y te sientes peor por que no sabes si decirle a la persona que quieres, y que no te crea (como seguramente va a pasar diga lo que diga), o no decirle nada y ver como sale lastimada al final. Qué difícil… y entonces te sientes mal también por eso y se lo aumentas a todo lo otro. Y sufres por que quieres, la neta. ¿Por qué no podemos cortar las cosas en sano y simplemente seguir adelante? ¿No te dicen tus amigos que “no te merece” y mil cosas así para animarte? Pero al mismo tiempo te dices: “es que tú no sabes nada, yo sé cómo son exactamente las cosas” pero pues en el fondo sabes que pues tienen razón, pero te gusta hacerte ilusiones que no van a ser. ¿Por qué, neta? También está esa otra frase que te dicen tus cuates: “eres mucho para él o ella”. Y entonces tú piensas: “si soy demasiado para él o ella, ¿por qué no estoy CON él o ella?” y así, la lista continúa.

Por lo menos tienes a tus amigos. Esos que en verdad están ahí para apoyarte y escucharte llorar mil veces por el mismo tema (que generalmente es ESA persona) y pues que te quieren y se preocupan por ti y así. Por que, bueno, ¿se imaginan tener que pasar todo eso sin alguien a tu lado para escucharte? Debe ser espantoso. La cosa está en que sí, como lo vi gracias a una obra de teatro hace varios días… hay gente que esta MUCHO peor y uno se queja de “pequeñeces” la mayor parte del tiempo, pero la bronca es que no puedes dejar de sentirte mal de cualquier manera. Por un lado es eso, dices “bueno, hay gente peor que yo en todas partes” pero al mismo también piensas: “wey, o sea, pero a esa gente ni la conozco a fin de cuentas” y etcétera. Triste, ¿no? Pero real. Lo he dicho como ejemplo varias veces… digamos que se te rompe una uña, y al mismo tiempo ves que alguien se rompe un brazo. Obvio, está mucho más cañón el asunto de la ruptura del brazo, pero la uña es TU UÑA y pues a ti te importa más tu uña rota que el brazo del wey que ni conoces, ¿me explico? Y parece que así es con todo. Igual al revés. Si haces sentir mal a alguien, pero tú estás contento, pues ya casi te viene valiendo un cangrejo la persona a la que lastimas, por que pues tú estás bien. Chale.

A todo esto, agréguenle cuando de repente llegas a tu casa y hay alguien que te hace plática, te pregunta si tú eres, pues tú, y al afirmarlo, te atacan, te golpean y te entierran un desarmador en el abdomen (si bien te va, solo hacen eso y te golpean mientras te gritan y te amenazan, por que hay quienes no corren con tanta suerte y hasta terminan muertos), y mientras te siguen pateando te dicen “esto es para que entiendas y dejes ya en paz a “_ _ _ _”. Después se van y te dejan ahí. Tirado, con el orgullo en el suelo, sangre a tu alrededor y llorando. Y lloras pero ya no sabes si es del dolor, del orgullo o del coraje de lo que acaba de pasarte. Qué mal plan, ¿no? Y bueno, para variar, piensas: “bueno, estoy vivo y esa relación que tanto daño me ha hecho no puede lastimarme más ya. Ya se fue de lo mental a lo emocional e incluso llegó a lo físico” y pues ni modo, agarras todo tu valor, pides ayuda y después de la clínica no te queda más que seguir adelante. Después llegas al lugar donde no puedes evitar ver a alguno de los dos posibles responsables de lo que te acaba de pasar y ninguno te habla. Terminas de pensar aún más que tus sospechas son correctas y entonces te duele todavía peor. Y eso lo digo sin contar en lo físico ya. Por que obvio eso te duele mucho. Pero ya no vas a permitir que te dañen (o al menos eso piensas).

En fin… para variar creo que no estoy avanzando mucho ni diciendo nada realmente, pero sé que tú que me lees, entiendes el término general y captas la idea en la manera en que la quiero decir, y ese es el punto. Y bueno, hay veces que lo más sano es de plano, dejar de “rogarle” a alguien ya sea por su amor, su cariño, amistad o aunque sea un saludo. Deja todo eso y no te traumes. Si se quiere acercar, que se acerque y ya. Y si no quiere, pues (aunque te duela) ahí tienes tu respuesta: “no”. Suena deprimente, y tal vez lo es, pero es muy cierto. Y bueno, va a doler, pero vas a entenderlo aunque no quieras. A fin de cuentas, no tienes opción. Lo siento.

Y pues, gente, los dejo por ésta vez. Mejor centrémonos en las personas que están ahí para nosotros siempre y a quienes no tienes que hablarles tú o saludarlos tú primero todo el tiempo, por que son ellos mismos los que vienen a buscarte y a ellos no les interesa quién habla primero, por que a fin de cuentas, los quieres y te quieren y ustedes lo saben. Esas personas valen la pena. Gracias a todas esas personas en mi vida. Los quiero, neta. Un abrazo, y mejores deseos siempre a todos. Amigos, examigos, familiares, conocidos, etc. De todos ustedes he aprendido cosas nuevas me gusten o no. Igual, hay que quedarse con los buenos tiempos. Cuídense.

Josh.